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Desinterés interesado

24 enero 2010

Como sabemos, en la sociedad que vivimos absolutamente todo está sujeto a determinadas leyes, formales o informales. En la misma línea de lo evidente, es una tarea muy difícil encontrar algo que no se haga por dinero, incluso cuando determinadas acciones pueden parecer desinteresadas, si escarbamos un poco, descubriremos intereses ciertamente alejados de la verdadera solidaridad.

Un claro ejemplo es el provecho que muchos famosos y gente de la farándula sacan de regodearse en la supuesta solidaridad que derrochan (claro, sólo cuando se habla en los medios, pero ¿y los que ya estaban mal?).

Empecemos por ejemplo, por maratones solidarias, ONG‘s, donativos, caridades y limosnas. Todo esto en la gran mayoría de casos, viene motivado por un interés económico propio, por la promoción de sus productos o por la búsqueda de notoriedad de la persona en cuestión.

Hay un sustrato nada claro en tantísima cantidad de desinterés interesado. La auténtica solidaridad la podríamos definir como la capacidad de dar o compartir con los demás aquello realmente importante para nosotros, aquello que precisamente no nos sobra. De entrada, no lo seria dar al tercer mundo aquel jersey que queríamos tirar a la basura, y apurando un poco tampoco lo sería donar aquello que sin ser muy importante para nosotros alivia nuestra mala conciencia; véase el españolito de clase media alta regalando un lápiz a un niño hambriento de cualquier país subdesarrollado.

¿Cuántas empresas y compañías de telefonía, televisión y otros medios de comunicación de repente de exigen que dones dinero? ¿Es que cuyos presidentes no tienen suficiente dinero para pagar ese aclamado euro y multiplicarlo por cien?

¿Nos estaremos equivocando en las premisas? ¿No estaremos substituyendo la justicia por la caridad? ¿Es que pensamos que es imposible un mundo organizado y razonable donde ante una catástrofe natural seamos capaces de dar una respuesta acorde con las necesidades de las personas y aupada por quienes realmente pueden paliar tanto dolor y tanta muerte?

¿Y quienes son si no los encargados y obligados a tal menester si no los gobiernos de las naciones? Gobiernos a quienes mantenemos y pagamos nuestros impuestos, a quienes elegimos para que nos representen y para que prevean u organicen cuantos avatares e infortunios nos pueda deparar la naturaleza. Pero claro, si el hambre, que no es una catástrofe natural, no somos capaces de solventarla, si la sanidad y la educación que serían premisas de una vida digna, no somos capaces de llevarlas a todos los rincones del planeta, ¿Cómo van nuestros gobernantes o una inoperante ONU a dar solución a un terremoto, un tsunami o un huracán?

Quizás, estamos haciendo mal el trabajo. En mi opinión deberíamos dejarnos de pamplinas solidarias y alcanzar una conciencia revolucionaria, ir como se dice siempre a la raíz del problema. Quienes nos representan son incapaces de mandar suficientes médicos, maestros, paletas constructores y/o soldados para poner en pie una ciudad devastada, pero mientras esto ocurre leemos los ingentes beneficios de la banca, el despilfarro militar, la vida ostentosa de especuladores y reptiles diversos (con perdón a los reptiles), o qué decir de los hospitales que se podrían construir con lo que cuesta un F-18. ¿Si estos gobernantes no están a la altura de lo que deberían estar, qué demonios hacemos nosotros votándoles, pagando impuestos o creyéndonos solidarios por mandar un miserable euro a Haití? (además pagando comisión bancaria, con serias dudas de que llegue el resto). Exijamos a Naciones Unidas que juegue el papel que debería jugar, el de gobierno mundial. Exijamos a los gobiernos planes de prevención ante eventualidades como la de Haití con el rápido socorro mundial y con todos los medios disponibles. Ya que, ¿qué hacen miles de aviones volando permanentemente los espacios equipados con armamento atómico?, ¿qué hacen miles de soldados ociosos esperando una guerra que afortunadamente ellos no van a vivir nunca? ¿Es eso racional como medida disuasoria de una guerra? Exijamos que inviertan TODOS esos recursos en paliar las miserias de la especie humana y que no pidan más dinero al pueblo, aunque insisto, sólo sea 1 €. Y si no lo hacen, no somos conscientes de que en realidad podemos barrerlos a gorrazos; “la gente de la calle” somos muchos, los que pagamos impuestos somos mayoría, tenemos la fuerza suficiente para exigírselo, dejémonos de solidaridades baratas, de limosnas y caridades, porque al fin y al cabo beatificarán a los de siempre.

3 comentarios leave one →
  1. Rougepanda permalink
    25 enero 2010 19:29

    Por cierto! , cada producto se debe a su autor y tengo que decir que Rogaveowl complementó el texto escribiendo los pies de foto.

  2. Coldlynx permalink
    25 enero 2010 10:20

    Creo que la cuestión es que hemos creado una línea divisoria tan grande entre lo que denominamos «Tercer Mundo» o países subdesarrollados(un término utilizado, según dicen algunos, para hacer palpable esa separación) y nosotros, que realmente creemos que vivimos en mundos distintos.
    Dicen que el primer mundo (él solito) utiliza los recursos naturales como si tuviésemos dos Tierras de repuesto (que en total serían 3 planetas).
    Problema: es evidente que no contamos con ese repuesto, por lo tanto, no hay que conseguir que el Tercer Mundo viva como el Primer Mundo, tenemos que crear una meta común, una meta que implique un avance del Tercer Mundo y un retroceso del primero, para llegar a un punto donde la coexistencia sea posible (no únicamente entre humanos, evidentemente).
    Subproblema: ¿Quién está distpuesto a no comprarse un coche, una casa, ropa en las rebajas, a no tomarse un baño de vez en cuando, a ir de cena o de copas, a tantas cosas?

    Porque es cierto, a los haitianos no les sirve de una mierda que mandes un euro, es más, eso les recordará lo asquerosamente rico que eres y lo poco que haces día a día por ellos. Mejor evita que esto pase en otro país.

    Muy buen post.

  3. Rogaveowl permalink*
    25 enero 2010 0:36

    Está muy bien la reflexión que planteas, yo he flipado mucho con lo de la Maratón de George Clooney y todos los famosos, de repente son buenas personas que ayudan a la gente, y dudo que la gran mayoría ayude tanto como puede hacerlo en realidad, en fin, todos sabemos la hipocresía que hay en esos ámbitos.
    Muchas felicidades por tu primer post! a ver si siguen de más!

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